La storia
UNO SPETTACOLO SENZA PRECEDENTI ALLA SCOPERTA DELLA CAPPELLA SISTINA
EL JUICIO FINAL
El Juicio Final sumerge al espectador en un espectáculo inmersivo realizado con la asesoría científica del Museo del Vaticano.
A través de un viaje en el tiempo, el espectador se traslada al siglo XVI para visitar las canteras de Carrara y buscar la pieza de mármol perfecta.
La pasión de Miguel Ángel por la piedra nace de su relación con «el gigante», una roca que parecía imposible de esculpir y con la que el escultor creó la estatua más icónica de todos los tiempos: el David.
Miguel Ángel es sin lugar a dudas un artista. No solo esculpe, también escribe poesía y pinta. Por eso el Papa Julio II le encarga el fresco de la bóveda de la Capilla Sixtina.
Ante el público, la Capilla aparecerá como era antes del trabajo de Miguel Ángel y descubrirá junto a él las pinturas laterales de los maestros italianos que le precedieron.
Un viaje mágico donde el protagonista será el proceso creativo del artista y en el que las pinturas de la bóveda dedicadas al Génesis cobran vida para expresar su humanidad.
En 1513, un año después de finalizar los frescos, la Capilla Sixtina se convirtió, por primera vez, en el lugar de la celebración del cónclave: la elección del Papa. Gracias a una libre interpretación, los símbolos de este rito atemporal cobrarán vida.
Al finalizar el cónclave, el espectador se encontrará ante el nuevo Papa. Clemente VII encarga a Miguel Ángel la realización del fresco de la pared principal de la Capilla Sixtina.
Un nuevo reto para Miguel Ángel, que en un momento de inspiración realiza un fresco visionario y potente del Juicio Final, que rompe por completo con la tradición anterior.
El Juicio Universal nos sumerge en una experiencia estética, emotiva y espiritual.